miércoles, 11 de noviembre de 2009

Entrevista a Gabriela Aguayo Robles, Terapeuta en Medicina Alternativa

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“No se puede enseñar nada a un hombre; sólo se le puede ayudar a encontrar la respuesta dentro de sí mismo". (Galileo Galilei).

¿Tus principios como profesionista son?

En el año de 1988 a 1993 estudié la carrera de químico fármaco biólogo. Estuve aproximadamente de 8 a 9 años en la industria farmacéutica. Ahí estuve trabajando en diversas áreas, como control de calidad y aseguramiento de calidad, entre otras áreas más. En su momento, estuve como químico analista, en el área de físico-químicos, para luego pasar a analista en equipo instrumental y lo que es métodos analíticos, lo que es valoración por cromatografía de líquidos y cromatografía de gases, entre otros tipos de instrumentos.

Después de esto, le di un giro a mis actividades, para pasar a jefatura de documentación legal y con esto, trae otro grado de responsabilidad y trabajar con personas, mediando las formas de ser, fungir como el intermediario entre los niveles bajos y altos, entre los operativos y los gerentes y sí era pesado, pero interesante, pues también trae un crecimiento como persona y también como profesionista. Llegas a empatizar tanto con la gente que está a tu lado, la logras entender hasta cierto punto, porque cuando uno está como jefe, la apertura no es tan abierta como cuando las personas estamos en el mismo nivel laboral. Tiene su trascendencia este hecho en la productividad de la empresa.

Después de estas actividades, un hubo un cambio trascendental en tu vida laboral. ¿Qué fue lo que provocó ese cambio en tu estilo de vida, en tus expectativas? Es decir, de ser una profesionista realizada en empresas comerciales a dedicarte al lado humanista, a ayudar al otro, a través de las Terapias Alternativas.

De trabajar con medicamentos en el cual hay una ciencia que los avala y que esos productos tienen una razón de existir y que van a generar un resultado en el organismo, hasta el hecho de trabajar con otro tipo de medicamento, u otras herramientas que, en aquel momento, científicamente no estaban tan avalados o justificado como actualmente lo están, fue ese cambio.

En el área ejecutiva de mis labores como jefa del área que tenía a cargo, se vivieron muchas experiencias, hubo muchos roces con el personal, hasta lograr un entendimiento y de ahí se movió mucho esa parte de poder generar la empatía suficiente para poder conocer o entender a la otra persona. Uno puede ver desde su perspectiva y de lo aprendido en la Universidad y lo que uno ha aprendido en donde trabajas, en el ambiente laboral, pero ese es un aspecto de la vida y viene el otro aspecto, que es el humano. Muchas veces en la industria, en sí, en cualquier ambiente laboral, si no se le da el suficiente reconocimiento a la persona como un ser humano y como persona, ésta no rinde en su ambiente laboral. Si esta persona no está haciendo lo que realmente quiere y aparte está en un medio hostil, y no se acoplan entre sí estos ambientes, pues llega un momento de frustración para ella.

En esta jefatura, en ese año, me ayudó mucho para estar observando lo que sucedía a mi alrededor; qué estaba pasando con la gente con quien trabajaba, qué pasaba en sus mentes, en sus corazones, pues no son solamente las ideas que tienen las que les da sustento como personas, sino lo demás, como por ejemplo, qué costumbres tiene, qué aprendió en su familia, qué aprendió en su medio ambiente en que se desenvolvió, qué aprendió en su escuela, qué aprendió con sus amigos entrañables, cómo se fue modificando una persona, desde que es un infante hasta la actualidad, pues de seguro en las fotografías de infante podías ver que era feliz y ¿por qué en cierto momento ya no le ves el brillo en sus ojos? ¿Qué pasó? y lo más fácil es decir: “está amargado, tiene problemas”.

“El secreto de la creatividad está en dormir bien y abrir la mente a las posibilidades infinitas. Imaginar y soñar. ¿Qué es un hombre, qué es una mujer sin sueños?” (Albert Einstein).

Hacer ese salto quántico, buscar los sueños, ¿cómo fue este cambio? ¿Gradual, automático?

En los sueños también entra lo material. No hay que descartar ni uno ni lo otro. Lo sueños y lo material van de la mano. En mí fue dejar lo cómodo por seguir lo que yo quiero, seguir mis sueños.

En ese tiempo las condiciones con que trabajaba y vivía en la industria eran cómodas y buenas, y aunque era muy bonito lo que yo hacía, me encantaba, pues yo ya sabía que eso no era lo que yo venía a hacer. Llegó un momento en que me llegué a desesperar y dije: “sabes qué Dios mío, o de una vez, porque yo no quiero hacer lo que vengo a dar cuando esté vieja. Yo quiero hacerlo lo más pronto posible. Sí cuando esté lista, pero lo más pronto posible”.

Pero esta historia viene desde mucho tiempo atrás, tal vez desde la secundaria, o quizás desde finales de la primaria. Cuando en un momento me llegué a sentir como que incomprendida, como que tampoco entendía lo que había a mi alrededor, no entendía sobre todo a los adultos, no entendía sus formas de pensar, no entendía por qué no hacer unas cosas y hacer otras y en cierto momento, sabía que no estaba loca, pero sí necesitaba ayuda. Pero me preguntaba dónde estaba esa ayuda y lo único que se usaba en esos tiempos o al menos lo que yo conocía, era el psicólogo y si tú ibas con el psicólogo era igual a estar loco y me dije “no, mejor por ahí no. Mejor me espero”. Desde ese momento ya había que trabajar parte de la autoestima, aunque en ese momento, no lo tenía muy claro. Para mí era por qué yo no estoy bien, por qué yo no me siento bien, por qué yo no estoy feliz o por qué ya no río como reía antes.

Después, ya para la preparatoria, era estudiar o quedarse en la casa. Entre más preparada estuviera, mejor me iría, me decían.

Decidí cursar la preparatoria y ya en el último semestre era decidir la carrera. Fue algo complicado, pues lo que veía en el plan de estudios de todas las carreras no había lo que yo buscaba. Me decía: “No está lo que yo quiero, ¿pero qué es lo que quiero hacer?”. Dentro de mi investigación yo sentía y me refiero a lo que sentía en su momento, no había lo que yo quería o donde está el imán. Así que dentro de esto que investigué me dije: “De todo esto que estás viendo, ¿dónde tú crees, aparte de que te guste mucho, que tú te puedas desarrollar y dar a los demás? En lo que llega lo que tú estás esperando”. Esa era mi idea. ¿Medicina? Sí está muy bonita la medicina, pero ver sangre y trabajar con heridos, pues como que no. No, es otra forma. ¿Pedagogía? También me encantaba, pero la forma no me gustaba. Vi el plan de estudios y no checaba con lo que yo buscaba. ¿Químico fármaco biólogo? Esta me encanta. Yo quiero saber por qué el medicamento sabe tan feo, en primera; en segunda, de qué está hecho y por qué me va a dar un cambio a mi cuerpo, por qué dicen que me va a aliviar. Básicamente, entre otras cosas, eso es lo que más me movió a estudiar químico fármaco biólogo: el querer saber.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Entrevista a Gregorio Mendoza Chande, escritor del título "De regreso del país de la muerte".

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Día de Muertos.

Nosotros ayer celebramos no precisamente a la Muerte, sino celebramos a los Fieles Difuntos, porque son los que nos esperan, con los cuales nos habremos de reunir.

Este concepto de la Muerte es un concepto tan antiguo como el mismo pensamiento.

Imaginemos que el niño recién nacido lo primero que hace es fortalecerse así mismo y empieza a caminar, para luego comenzar a balbucear, hasta que logra crear palabras y cuando finalmente se completan estos dos procesos es que el niño comienza a pensar y se comienza a cuestionar “¿Por qué llueve? ¿Por qué el perro ladra? ¿Por qué mi papá va a trabajar?”

El niño empieza a tener un desarrollo que termina con el desarrollo intelectual y comienza a ser, lo que el primer hombre, dentro de su proceso de evolución, hizo: preguntarse qué sucedía, por qué llovía, por qué nacía, por qué moría y hacerse todos estos cuestionamientos básicos y el cuestionamiento sobre la muerte es un cuestionamiento sempiterno, es primigenio, ¿por qué? Porque si nos remontamos a la Europa del neolítico, podemos ver cómo las comunidades antiguas se relacionan en torno de la vida y la muerte. Porque la vida comienza en la primavera cuando surgen los deshielos que inundan los ríos y que hacen feraces las tierras y entonces puede generarse vida y durante todos esos meses y hasta el mes de octubre, noviembre, aproximadamente, es que se hace la cosecha para levantarse en estos meses y finalmente en el mes de diciembre llenarse los graneros, porque el clima ha cambiado drásticamente, los ríos se han secado, los árboles se le han caído las hojas, solamente sobreviven los pinos y se cubren de nieve y esto simboliza muerte. El hombre antiguo estaba tan relacionado con la vida o con la muerte, como con su medio y en base a él era al que actuaba, se programaba con él. En diciembre, el 24, el término del periodo solar para que iniciara el periodo lunar, que era un periodo de muerte, donde la noche era más larga que el día, y por ende se sumían en las tinieblas y era el momento en que regresaban los muertos. Estos tres, cuatro meses que dura el invierno crudo en las partes norte del continente estaban identificados con este tipo de creencias.

¿Cómo son estas creencias de este lado del mundo?

Nosotros que somos más ecuatoriales no tenemos tanto contacto con estos climas tan extremos, sí experimentamos el frío y en algunos estados de la república inclusive algunas nevadas, pero no son tan cruentas como las que se escenifican en el norte del continente; sin embargo la forma de actuar y proceder tiene una reminiscencia de estos sectores, lugares sobre el concepto de la muerte. Podemos retrotraernos al periodo de las culturas antiguas, prehispánicas en México, donde el concepto de la muerte es muy distinto al concepto que tenemos nosotros hoy en día, pues ellos concebían a la muerte como morir para renacer, mientras que el cristianismo concibe la muerte como un salto a otra vida, es decir se termina la vida corpórea y física y saltas a una vida espiritual, mientras que el concepto prehispánico, como los aztecas y mayas y demás culturas entrelazadas entre sí, su concepto era que solamente se muere para que se viva nuevamente, es decir, es un concepto cíclico que también aparece en la India, en la China, en las culturas antiguas.

¿Por qué escribir tu libro De regreso del país de la muerte?

De regreso del país de la muerte es una metáfora, porque realmente el país de la muerte existe, pero existe dentro de nuestra mente. El país de la muerte, más que un lugar es una actitud de las personas, cuando éstas dejan de tomar decisiones y permiten que otros decidan por ellos mismos; en este sentido, la persona va perdiendo el control de su vida. Creo que el don más grande que Dios, la deidad en que cada uno crea, pueda recibir es la libertad. Entonces la libertad de tomar o no decisiones es la que puede generar problemas y conflictos tan grandes como depresiones y suicidios.

Hay que tomar decisiones, sean buenas o sean malas, pero hay que tomar decisiones; porque en ese sentido la persona va generando su propia autoconfianza, va generando su propio camino y no hay reproches como “cuando yo era chico, mi papá me decía qué tenía qué hacer, qué tenía que estudiar, donde tenía que jugar, a quién le tenía que ir”, todo este tipo de cosas.

Poco a poco las dudas, la falta de tomar decisiones se va inmiscuyendo en la vida de cada uno de nosotros de una manera muy sencilla y muy sutil. Desde que en algún momento, por ejemplo, en alguna fiesta no nos decidimos o no nos animamos a sacar a esa muchacha a bailar, desde ese momento, eso se va proyectando poco a poco y va generando personas a los treinta o cuarenta años, solitarios, porque de alguna manera decidieron que no lo iban a hacer.

En nuestra sociedad el miedo al rechazo y el miedo a la burla son determinantes. Nadie quiere hacer el ridículo. Todos le sacan la vuelta a la responsabilidad.

El País de la Muerte es cuando una persona, la que sea, ha dejado de tomar decisiones que sólo él y únicamente él y nadie más debe y puede tomar; entonces ha permitido que una sociedad, que una religión, que un trabajo, que un jefe, que fulano de tal tome esas decisiones por él. Entonces este individuo, quien debio de haber tomado las decisiones está siendo manipulado y manejado por una sociedad, que inclusive le dice que debe de trabajar toda la semana y que el fin de ésta qué debe de hacer con el dinero que gana, a dónde debe de viajar, qué música escuchar, todo este tipo de cosas. En este sentido, este individuo ha dejado de tener el control de su vida y la ha puesto en manos de otros factores importantes, de otras creencias, e inclusive de otros dioses y todo esto es lo que lo lleva al País de la Muerte. Una persona que no toma buenas decisiones de su vida, sean buenas o malas, es una persona que está en el País de la Muerte.

¿Este libro te implica algo a ti en particular, en lo personal?

Claro que sí. Yo también estuve en el País de la Muerte. Yo también en algún momento dejé de tomar decisiones. Permití que algo o alguien decidieran por mí. Caí en depresiones y cuando en algún momento estuve en una parte muy aguda de alguna depresión y pude salir de esta depresión, entonces pensé que si yo había podido salir de estas, mis depresiones, si yo había podido pensado, utilizado mi mente, que no está hueca, ahí pude resolver estas situaciones, más personas lo podían hacer y que si había andado por este camino, y lo mejor que podía hacer era, es compartir ese camino. No es un mapa donde dice dónde te debes de parar y hacia dónde debes de ir. Es un relato de un camino que yo seguí y que las demás personas, si así lo desean, lo pueden hacer también.

¿De qué trata este libro?

Este relato es un viaje al epicentro de los problemas, que es la mente misma. Es un retrotraerse a la región donde se general los problemas, porque ahí, también se generan las soluciones… sólo hay que hacer funcionar el motor en el sentido inverso al que generan los problemas. La mente tiene la capacidad de meternos en los problemas que menos podemos imaginarnos, pero también tiene la capacidad de sacarnos de ellos. La mente más que de operaciones o medicamentos, lo que necesita es de ideas, de conocimiento, de información, para que la mente se encargue de procesar. Si le ponemos información de calidad, entonces la mente podrá procesar ideas, también, de calidad. La idea es la parte final de un proceso de pensamiento que concluye exactamente con una idea. A veces es buena, a veces es mala, a veces regular; pero ideas al final de cuenta. Es decir, puntos de partida para intentar solucionar los problemas.

El no procesar la información, no tomar decisiones de acuerdo a esta etapa de procesamiento te lleva a este País, pues no se involucra en su propio existir, qué esperar del exterior. Tiene las cosas procesadas. Todo está listo para actuar de acuerdo a lo ya procesado y esto le provoca dejar de pensar, dejar de tomar decisiones y esto provoca tener una mente “obesa”, una mente “ociosa”, “parasitaria”, que toma todo hecho y ese es el tipo de mentes que abundan en nuestra sociedad, por lo tanto es importante romper con esta actitud, con este círculo vicioso.

Mi libro no son procedimientos a seguir, mucho menos una receta de cocina, porque simple y sencillamente la mente humana reacciona de manera distinta en las mismas circunstancias; es decir que una persona y otra, ante las mismas circunstancias, pueden reaccionar de manera muy distintas. Por ejemplo, una persona está estática en la vía pública y en su momento, grita o hace un movimiento violento, ante esto, algunas personas gritan, algunos lloran, algunos ni se inmutan e inclusive, hay quienes reaccionan agresivamente.

Mucha importancia tiene la capacidad de observar cada momento de tu propia vida. Lo que expongo en mi libro, más que ciencia o más que grandes anécdotas, es la reflexión de mi vida. Yo creo que llegué a una solución de mis problemas de una manera muy sencilla y esa es la gran diferencia: queremos solucionar los problemas que ya se han generado de una manera muy complicada.

Por ejemplo, si yo me he metido en un problema tan grande como estar en una depresión e inclusive haber intentado suicidarme, ¿cómo voy a solucionar mi problema leyendo 15 ó 200 páginas de este libro? Pero yo no les garantizo nada, porque no gusto de así hacerlo. La mente de cada quien es muy individual y cada quien sabe lo que hace con ella; pero sí les comento lo que puede ayudar a cambiar tu vida, ni siquiera son las 200 páginas, quizás sólo puede hacer la portada del libro; pero lo importante es la disposición de escuchar el momento.

Pueden adquirir mi libro por medio de solicitud a mi correo personal, el cual es deregreso68@yahoo.com o en librerías Gonvill.

viernes, 30 de octubre de 2009

Entrevista a Juan José Beltrán Zavala, restaurador de arte con gran trayectoria

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El patrimonio (todavía considerado “obra de arte”), no debe ser intervenido únicamente para prolongar su función de contemplación estética, sino que también debe ser intervenida en función de su mensaje histórico.

Soy integrante de la primera generación de la ECRO (Escuela de Conservación y Restauración de Occidente). En estos momentos estamos en campo desde hace 5 semanas en Santa María Acapulco, es un lugar bastante alejado de la civilización. Esta es una comunidad muy pequeña, muy pobre, es de las más pobres del Estado de San Luis Potosí y de la República. Es una comunidad que está a un promedio de 70, 90 kilómetros de la ciudad más cercana.

Inicios de estudios básicos.

Terminando de estudiar la secundaria, las crisis que ha vivido el país no me permitieron seguir mis estudios y me dediqué a trabajar y en el momento en que hubo estabilidad económica continué con mis estudios y estudié en este programa que es para adultos y de ahí que terminé la preparatoria, salió la convocatoria para la primera generación de la licenciatura de conservación y restauración de bienes muebles y pues me animé y entré a estudiar esta carrera sin tener muy en claro lo que podía aprender, o lo que podía hacer.

Me dediqué a varias cosas antes de darle un sentido más interesante a mi vida, trabajé en varias actividades que en el futuro me ayudaron para darme la habilidad necesaria para mi actual carrera. Tuve trabajos como de mensajero, en el área de la construcción, también trabajé en un taller mecánico de motocicletas, así como en una ebanistería, para por último en Colex Mexicana, en el departamento de ventas y eventualmente colaborando en servicio técnico, todo esto en el ramo fotográfico; en ese ínter fue que entré a los cursos de fotografía en El Cabañas, que fue donde nos conocimos, en el año de 1996

¿Cuáles fueron tus primeros acercamientos a lo que sería tu actual carrera?

Empecé en el 2000, cuando apenas estaban rehabilitando el edificio en el que impartían la carrera, que un edificio de principios del siglo pasado, edificio porfirista. Era un edificio ya viejo, con instalaciones viejas y estuvimos estudiando a la par de las mejoras que le hicieron.

El grupo empezó con 21 personas. Una chava duró 5 días y se fue. Empezamos a estudiar con un plan de estudios que venía de México, del INCRIM, al año cambiaron el plan de estudios. Fue un aprender de maestros y alumnos juntos. Los maestros eran egresados del INCRIM, con experiencia en el ramo, pero no tenían experiencia docente; pero aprendimos bastante de lo que es restauración y conservación de bienes, palabras que al principio no entendimos gran cosa.

Mi trabajo en Colex, fue donde me sostuve para pagar mis estudios, los viajes a campo. Eran salidas de estar un mes prácticamente en campo.

Soy de la primera generación y hasta el momento van ocho generaciones. En el 2005 me gradué, junto con otras once personas más.

Al siguiente año de salir de la escuela, salió un proyecto en Autlán, restaurar un mural de Atanasio Monroy, proyecto en el que nos iban a pagar por echarlo andar. Ya no era servicio social.

¿Qué es lo que te dio la pauta para decir “por aquí me voy”?

Sería más o menos en el ’98, escuché en programa de una revista cultural y mencionaron sobre una escuela de restauración que tenía algunos años gestionándose. Comentaron de qué se trataba, que se relacionaba con museos, con bienes culturales, escultura y demás actividades. En el 2000 salió la convocatoria, la vi por accidente en un periódico y me dije: “me voy a meter”. Para eso ya estaba inmerso en actividades propias de eso, como visitar museos y zonas arqueológicas.

No era muy conocida hasta hace unos años, lo que es un restaurador, aquí en Guadalajara. Ha costado trabajo y parte de esto se ha hecho por parte de la misma escuela, y los proyectos que se ha hecho en muchos lugares por parte de la escuela y otras instituciones, como el INAH. Poco a poco se ha ido conociendo lo que es esta carrera.

Se han tardado en proyectar esta carrera aquí en Guadalajara, porque en otras partes, por ejemplo en Oaxaca, mucha gente, pero bastante gente, saben con exactitud lo que es un restaurador. Es muy extraño que hace bastante tiempo ellos ya sabían qué es patrimonio, qué es un restaurador, qué es un bien cultural. Son procesos culturales que se han venido manejando desde hace tiempo y que en Guadalajara no se sabía porque la restauración se trabajaba tradicionalmente por artesanos, artistas plásticos, pintores, escultores y gente que sabía de algunos materiales, pero que no tenían la preparación como restaurador, porque sólo estaba esta carrera en el Distrito Federal.

¿Cómo se prepara un restaurador?

Ciertamente leer y tomar cursos que sirvan en la carrera. Me sirvió bastante trabajar en campo y no estar detrás de un escritorio. Hubo un tiempo que estuve dando clases en una universidad en San Luis Potosí, sólo fue un semestre, pero que me vino a bien la docencia.

¿Cómo es el procedimiento para contactar a un restaurador?

Hay muchas formas, porque puede llamar el Padre del templo de la colonia a restaurar su cristo, o toda la comunidad que quiere restaurar parte de su iglesia, puede contratar una institución para un proyecto determinado, por determinado tiempo. Yo en mi caso trabajé dos proyectos que estaba ejecutando la misma escuela, la ECRO y he trabajado proyectos que coordina la Coordinación Nacional de Conservación de Patrimonios. También he trabajado en Oaxaca, con comunidades, que ésta misma gestiona sus recursos y restaura sus templos. El dinero viene de diferentes bolsillos, puede venir de cualquier parte. El llamado es conforme se va uno mismo relacionando, te conocen cómo trabajas, cómo te desenvuelves.

Cuando tienes el objeto a restaurar, ¿se hace un estudio, investigación previa a la restauración?

Se hace una investigación de materiales, del estado en que se encuentra, el estado de conservación, investigación histórica e inclusive de procesos. Se hace una propuesta qué es lo que se tendría que hacer con determinado bien a restaurar, pero en el camino salen cambios y es parte de la investigación que se sigue haciendo. Si un proceso no funciona o se ve que puede no funcionar, se investiga y se hace un proceso alterno, otro más en el camino de restauración. Constantemente estás descubriendo cosas, cambiando procedimientos y técnicas.

¿Estás especializado en alguna de estas técnicas que comentas?

Tanto como especialización no. La especialización te la da el constante trabajo con determinado material, con el trabajo en campo. He trabajado más ha sido pintura mural y la fotografía, el registro fotográfico con radiaciones invisibles, UV e infrarrojo. La fotografía de infrarrojo en restauración fue que hice mi tesis.

sábado, 24 de octubre de 2009

Entrevista a Gustavo Navarro Cortés, Taxista con más de 25 años de experiencia

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¿Ya cuántos años de chofer, taxista?

De andar manejando, ya son treinta y tres años, como conductor de servicio urbano, como taxista y pues pegándole a la vida con ganas. En la actualidad soy operador del sitio 14, el famoso Cuarto Centenario, un sitio ya con más de 60 años de fundado el taxi. La matriz está la Capilla de Jesús, en las calles Jesús y Garibaldi, con sucursales en la colonia Santa Tere, entre las calles Manuel Acuña y Andrés Terán, en la Santa Cruz, entre las calles Manuel Acuña y Pérez Verdía y Federalismo y Herrera y Cairo.

Este oficio de conducir, manejar carros, camiones, se inicia al aprender, precisamente, a conducir, manejar… ¿Quién fue quien lo enseñó? ¿A qué edad? ¿Bajo qué condiciones?

En principio de cuentas yo desciendo de familia cien por ciento camioneras. Desde muy chico acompañaba a mi papá. Mi papá fue camionero de los camiones urbanos. Me le quedaba viendo cómo movía los pedales, los pies, las manos. Después me soltaba el volante, como a los siete años de edad. Ya a los doce, trece camiones me soltaba el camión, yo solo lo manejaba. Ya hacía mis primeros pininos, siempre en compañía de mi padre. Estos fueron mis inicios como chofer.

¿Cómo fue que se inició en el oficio de chofer?

Cuando tuve edad para poder sacar mi primera licencia para conducir, después del servicio militar, solicité mi licencia de chofer y así fue ya como inicié como chofer de taxis. Al año y medio hice mi cambio de licencia de conducir a la de conductor de servicios y entré a la Alianza de Camioneros. Ahí estuve diez años como chofer de la Alianza. Después tuve otros trabajos, buscando dónde acomodarme, pero como suelen decir “zapateros a tus zapatos”. Este trabajo me ha traído muchas satisfacciones. Se siente muy bien servir a la comunidad.

¿Cómo es el ambiente en la ciudad, siendo chofer, conductor de autos?

Sí hay muchas fricciones con los particulares. Sucede que nosotros llevamos pasaje, el cual se le va cobrando, porque está el taxímetro prendido, se comienza a tener problemas con el pasaje, porque el tránsito está lento, no avanza, me va a cobrar más y son las cosas que empiezan a hacer el detalle con los particulares, que trata uno de rebasarlos, meterse imprudentemente, y sumando que nosotros venimos cobrando y muchas de las veces, el pasaje trae demasiada urgencia, con temperaturas altas de la ciudad y más cosas, causan que los chóferes de servicio público caigan en situaciones de riesgo por llegar a tiempo.

¿Cuál es la diferencia entre chofer y taxista? Desde luego queda muy a la vista las herramientas de trabajo.

Además de las muy obvias como las dimensiones de los aparatos, las siguientes son la cantidad de pasaje que uno trae. Es mucha más responsabilidad traer un camión del servicio urbano, en el cual vienen alrededor de cincuenta, sesenta y hasta setenta personas, y en un taxi lo máximo que puedes traer son cinco o cuando mucho seis personas. Se siente uno menos presionado por este aspecto. Además no está uno con el control de los tiempos, que son muy rigurosos. En un taxi es más relajado que en el camión, porque en éste hay horarios qué cumplir.

¿Qué es lo que sucede en el mundo del chofer, del taxista?

Quien quiera iniciarse en este ramo de ser chofer que aquí es una carrera, se tiene que tener vocación para andar sirviendo, para estar aguantando el calor, las lluvias, estar renegando con el pasaje, con las personas. Si no tienes vocación no vas a durar en este trabajo. Gracias a Dios, yo ya tengo veinticuatro años de ser taxista.

Después de un tiempo, deja de ser chofer de camión urbano, para ser chofer de taxi, ¿cómo estuvo este cambio? ¿A qué obedeció? ¿Mejores condiciones, prestaciones? o ¿simplemente, el normal de buscar mejores situaciones personales?

Hasta cierto punto se pueden decir que las condiciones de chofer son estresantes. Según como lo tome uno el trabajo. Si vas con el ánimo de trabajar, eso no te pesa. Llega un momento que te cansas, batallar con tanta gente y buscas algo de mayor de tranquilidad. Y por eso fue que opté por el cambio: por la tranquilidad. Uno busca ser su propio patrón, no se tiene un horario específico, aunque si se tiene hambre, se tiene que trabajar.

Supongo que también hay anécdotas a contar, de las que se sorprendería cualquiera.

Sí hay cosas chuscas, graciosas, tristes que contar. Hay de todo. Si a ti que te gusta escribir, tomaras por un tiempo un taxi, la de historias que te darías cuenta y que conocieras y te serviría para escribir no un libro, sino varios.

Se suben las personas y como eres ocasional, te cuentan sus penas y hasta en ocasiones la haces de sacerdote, de sicólogo y uno tan sólo le queda escuchar. Hay satisfacciones muy buenas y otras muy desagradables en estas que cuentan.

¿Ha habido alguna ocasión en la que hubo peligro?

Sí, ya fui victima de un asalto. Fueron en los años setenta, pero gracias a Dios, la libré y en su momento sí marcó esa experiencia. Queda el recuerdo. En ocasiones uno se queda con el recuerdo y la impotencia de no saber qué hacer o qué no pues no sabe uno hasta dónde están decididos a llegar. Este asalto sí me marcó y hubo un momento que renuncié por un tiempo, como seis u ocho meses y después retomé el taxi. No queda otra.

¿Cómo es el día para usted como taxista?

Para andar en esto es necesario tener vocación. Hay que madrugarle. Si quieres ganar hay que pegarle desde temprano. Yo en lo personal trabajo promedio catorce a quince horas por día.

Además de esto, uno trata de alimentarse más bien que mal. Porque para uno el tiempo es dinero. Queremos andar el más tiempo que se pueda en el auto para sacar lo más que se pueda. Pero también hay los tiempos de descanso y estos los aprovechamos con descanso, caminar y deporte entre los compañeros.

Sí es verdad que trabajamos por la necesidad, pero en lo personal, trabajo por darle un servicio a la comunidad.

Entrevista a Fabricio Ávila Lozano, pintor al óleo y muralista

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¿Cómo fue que se dio tu gusto, iniciación por la pintura? ¿Cuáles fueron tus primeras experiencias en la pintura, como pintor?

Todo empezó desde muy niño. Siempre me agradó la pintura. Desde el kinder mis maestras me notaron aptitudes, más allá de las normales de los niños promedios. Viendo esto y a través del tiempo, mis padres me metieron a clases de pintura. En uno de esos tantos cursos conocí a un maestro, el maestro Salvador, que me empezó a instruir en el acrílico, enseñándome técnica, pinceles y demás cosas importantes de la pintura y en base a ese conocimiento adquirido gané mi primer concurso “El niño y la mar”. A partir de entonces gané becas en el Instituto Cultural Cabañas, conocer gente del medio, entrar a talleres de grabado, historia del arte y convivir con gente ya con currícula muy marcada.

¿Cuál es tu temática primordial, cortes, contextos?

Mi temática está impregnada por el México antiguo. Tengo casi diez años con la intención por conocer mi pasado, conocer la grandeza de mis ancestros. México ha sido tan grande que ha sido capaz de educar al mundo y éstos vestigios se pueden encontrar libros de autores de muchas y muy variadas nacionalidades y son estas las que me confirman que realmente somos capaces, nosotros los mexicanos, de crear algo tan grande que el mundo lo llega a apreciar.

También mi temática está muy enfocada al hombre y la naturaleza, la relación que hay entre estos. Mi pintura está muy inmersa en los símbolos y las señales. Símbolos que tienen un significado encriptado y que dicen mucho dentro de esos mensajes encriptados. Estoy convencido que los símbolos son la base del aprendizaje. Mi pintura está llena de símbolos.

¿Cómo fue que te diste cuenta que la pintura era, es lo tuyo?

Fue demasiado temprano. Hago memoria y recuerdo que mis trabajos fueran perfectos, desde mis años de primaria. Los trabajos que nos ponían hacer, los hacía con el esmero necesario, con la estética y funcional posibles.

¿Cómo se prepara un pintor?

Un pintor se prepara desde leer, aprender a vivir, observar. Para mí la observación es básica. Recuerdo que me quedaba mucho tiempo observando la gente.

Recuerdo una anécdota con mi abuela cuando estaba chiquito. Ella decía que yo estaba enfermo. Le preguntaban que porqué decía eso y ella respondía “no se mueve y se pasa viendo a los demás”. Les decía a mis papás: “Llévalo con el doctor porque este muchacho no camina”. Creían que estaba yo tullido, autista o algo así. Entonces cuando me llevaron con el medico, éste les dijo: “no este muchacho esta perfectamente bien”. Entonces le dice mi mama: “entonces, ¿es flojo?, y el doctor le respondió: “no señora, ¿qué hace?, mi madre le respondió: “se la pasa sentado y mirando pasar a los demás”. El doctor replicó: “No señora, se la pasa observando a todos”.

Me quedo mirando todo y después, en la práctica, los pongo en marcha, en mis pinturas. La práctica, es cierto, es indispensable, pero la observación, para mí es, más que básica y aquí es donde descanso mi sabiduría y esto lo consigo desde una meditación, reflexionar, análisis y poniendo todo en equilibrio.

¿Qué opinión tienes sobre las críticas?

Estoy convencido que el día que dejen de hablar de mí, me voy a preocupar. Lo hermoso de este planeta es la diversidad y entonces, esto ayuda a tener opciones y plasmarlos. Mi trabajo a muchos les gusta y son más los que me dan el visto bueno y los que no comentan esto, lo tomo para aprender, puesto que cada persona deja algo en uno. Me queda claro que como dice una muy buena amiga: “No hay libros buenos ni malos. De ambos se aprenden”.

¿Cuál ha sido la obra en la que te has entregado al máximo?

Siento que es difícil catalogar una sola, porque todas a final de cuentas, lleva algo de mí.

¿Qué planes hay en futuro?

Tengo la idea de incursionar en el ámbito de pintar murales. En más corto plazo, terminar la representación del Himno Nacional muy a mi manera y posteriormente, dar el paso más lejos, para exponer en el extranjero y cocinando algunas exposiciones más.

En lo colectivo, me han invitado a participar con más compañeros en centros culturales y gestionar más en lo particular, quiero ir a México, D. F., al Poliforum Siqueiros y ver la posibilidad de exponer en ese gran foro.

¿Cómo te defines como pintor, como persona?

Bueno Fabrizzio es un hombre de 34 años que se define de la siguiente manera, es un hombre sencillo, practico, sincero, amistoso, honorable y leal, a sus ideas y a las personas que le rodean, tiene el don de expresar lo que piensa lo que siente, de manera muy singular, la pintura es uno de esos lenguajes claros y fuertes en donde mejor se desenvuelve, de un tiempo a la fecha se ha interesado por antiguas enseñanzas particularmente, aquellas culturas que dejaron semilla en este continente americano y que a través de estudios en la historia universal encuentra similitudes y vestigios de una gama de culturas de las mas avanzadas del mundo, y es tal su regocijo que a través de su pintura quiere gritar a los 4 vientos la grandeza de sus ancestros, en su muy particular visión de actualidades, en su estilo se ve un tanto influenciado por el movimiento mural, en cuanto a sus ideales de expresión y un poco por sus dimensiones y funcionalidad, siente firmemente la oportunidad de enseñar lo que sabe, de experimentar con formas y colores, contrastes y formas desde lo abstracto a lo figurativo, entre colores calidos y fríos, entre espátulas pinturas y pinceles permite que su espíritu explote en un lienzo de espacios infinitos y opciones innumerables, aforrándose a la orilla de el equilibrio y la armonía. Es ahí donde grita su poder y su alma se vuelca en tremendo combate con su cordura logrando romper las cadenas que le atan. Emergiendo así como un hombre libre dispuesto a abrir las alas de frente al sol.

Entrevista a Ramón López Morales, autor del libro "Insuficiencia Renal Crónica"

Liga para escuchar o bajar audio:

http://www.4shared.com/audio/9gwVivfn/Existencias_-_06_Octubre_2009_.html


¿Por qué escribir un libro sobre este tema?

Yo soy trasplantado renal. La Insuficiencia Renal Crónica es una enfermedad silenciosa, no duele, se da progresivamente, sin signos muy evidentes. En mi libro hablo de cómo me detectan mi enfermedad, buscando soluciones, curas, métodos de sanación para recuperar la salud, así como todos los fracasos y dolores, sufrimientos que se dan en el momento que no se consigue esa ansiada salud.

Posteriormente hablo de mi diálisis, procedimiento médico que sustituye artificialmente los riñones.

¿Qué te motivó, inspiró?

En el Centro Médico de Occidente tienen una pizarra con las historias de vida de gente enferma, transplantados, dializados, historias muy crueles, pero reales. Estuve yendo muy seguido para recibir mi tratamiento y cada vez que iba, leía esas historias, me inyectaban esa fortaleza para seguir con mi tratamiento, hasta el punto que me dije que yo también quería que la gente conociera mi historia, así que escribí la mía y se publicó en las pizarras del Centro Médico. Gustó mucho y fue así como se dio la idea de escribir un libro con mi historia muy en particular.

¿Influencias en tu manera de escribir?

No tengo una definida, solamente la personal que nace de lo que vivo como una gente dializada. Así como las historias de esa gente que estaba internada con esos padecimientos muy parecidos al mío, es gente con un corazón enorme. Cada palabra que escribían contando su situación, era alentador ver que seguían adelante y no se daban por perdidos.

¿Cómo fue el proceso de escritura? ¿edición, apoyos? ¿cómo fue que lo armaste?

El proceso fue algo difícil, porque yo no estaba metido en esto de escritores. Yo estudié Electrónica y Comunicaciones. Nunca estudié cursos de literatura, redacción. Los estudié por mi cuenta hasta que quise armar mi libro y ya que estuvo mi libro listo lo mandé con editoriales grandes y las respuestas fueron las obvias y lógicas y la respuesta fue “No”.

Me preguntaba qué pasaba para recibir esos “No” y lo empecé a pulir, agarrando experiencia.

Posteriormente lo mandé a la Editorial Libros Para Todos y me aceptaron el proyecto, pero con la condicionante de invertir, pagar una cantidad para que saliera a la luz, es decir, comprar algunos ejemplares y fue así como salió a la venta hace dos años a la fecha.

La Editorial me ayuda a ponerlo en varias librerías de la ciudad, pero después por mi parte sí lo tuve que llevar yo personalmente a varias librerías como El Aguaje, con Sergio Fong, en La Rueda, en la Clínica Ayala, en Librerías Hispánica, Librerías Gonvill y Librerías Porrúa.

En ocasiones se encuentra uno con gente con gente que te pone trabas para poder echar andar tu proyecto, pero también con gente que se identifica con las actividades de Autor Independiente y esa gente te echa la mano. Así fue el caso de Erick Márquez, que me ofreció un espacio en la radio y siento que si no viviera esta aventura de escritor no se darían estas grandes bendiciones.

Mi libro es como un hijo al que esperas. Después de mucho tiempo es difícil de creer que lo tienes entre tus manos. Necesitas leer tu libro unas cuantas páginas y darse cuenta que fue lo que yo escribí.

¿Qué planes hay al respecto? ¿Segundos, terceros libros?

Planes a futuro hay muchos. Mi segundo libro ya está con la editora. Va a ser con Editorial Plenitud. Hace poco le mandé el archivo ya con las correcciones hechas y si se dan las cosas como espero, saldrá ahora en Noviembre de este año.

Siempre seremos amigos es el nombre de este segundo libro. No es una continuación de la historia de mi diálisis. Es una historia de fantasía, muy acorde con estos tiempos. Es un libro que invita a leer y dejarse envolver por él.


Mi página: http://mx.geocities.com/libro_irc/
Mi Correo: libro_irc@yahoo.com.mx
Mis Blog: http://rlmorales.blogspot.com/ y http://programavidavagabunda.blogspot.com
Radio: VidaVagabunda, viernes 18 a 19hrs. por www.radiomorir.com

Currícula del Conductor de Existencias: Carlos Alberto Ramírez Delgadillo (André Michel)


Egresado de la Facultad de Contaduría Pública, titulado en la carrera de Contaduría Pública, de la Universidad de Guadalajara.

Se desempeña como Contador Público desde su egreso de la Facultad y actualmente es Servidor Público Federal.

Impartió clases de español, en los Módulos de Encuentro, del Instituto Estatal de Educación al Adulto (IEEA).

Ha escrito los siguientes libros:

“Introspectiva”® (Editorial Plenitud. 2004),
"Epistolario"® (2008),
"Introversión"® (2009)" y
"Letanías®" (2009).

Ha publicado sus escritos en revistas y publicaciones locales.

Participante en diversos concursos de poesía de Editoriales extranjeras, de los cuales ha sido finalista.

Ha presentado su libro “Introspectiva”® en distintos auditorios; así como diversas entrevistas en la radio local, de igual manera en programas transmitidos por la Web; en todos estos dando pláticas introductorias sobre sus libros y materiales publicados.

Colaboró en la Universidad de Guadalajara, durante las pláticas que se imparten al alumnado, con miras a decidir su carrera profesional, participando con su plática “Charla con el Escritor”.

Es miembro de la Institución Internacional “Poetas del Mundo”:

Es miembro de la Institución por Internet titulada “Jalisco Escribe”:

Es miembro de la Institución por Internet titulada “Red Mundial de Escritores en Español: REMES”

Su libro “Introspectiva” ® se encuentra en exhibición y venta en Librerías Gonvill y Librerías Porrúa, de la ciudad de Guadalajara y sus demás sucursales en el interior de la República Mexicana.

Los demás títulos están por publicarse y comercializarse.

Manifiesto de Existencias

El mundo se ha vuelto global: La política se globaliza, la economía se globaliza, la cultura se globaliza. Es un fenómeno generalizado, es cierto. Nada ni nadie está ajeno a él. Tiene injerencia en cada aspecto de la vida de este país, de esta ciudad en especial; pero aún así, la humanidad en general, y en particular, la gente que vive en esta bella ciudad –Guadalajara-, mantiene su propia individualidad y naturaleza, viviendo su vida con el afán de trascender su propia condición, cual sea ésta.

Existencias es un programa de radio por Internet donde se abren los micrófonos para difundir la voz, estilos de vida, de esa gente que aún mantiene su individualidad, personalidad, idiosincrasia y esencia; gente que trasciende el momento “globalizado” haciendo un algo o un mucho, significativo ya de por sí para ellos mismos, en beneficio propio, como un inicio y a la comunidad como consecuencia de sus actividades, de su visión de aporte.

La invitación está abierta a toda aquella persona o grupo de personas, que con sus ejemplos de vida, actividades personales o grupales, ya sean profesionales o de mera afición, marquen diferencias en sus propias existencias, en la de sus congéneres, en las de sus comunidades y que deseen proyectarse al exterior, darse a conocer, compartir sus experiencias de vida, sus trabajos.

La principal intención de Existencias es la de difundir las trayectorias, las historias y los estilos de vida de gente que hace de su existencia un triunfo; de gente que crea derroteros de vida en la de los demás. En resumen, gente que merece ser reconocida.

Tú puedes ser uno de ese tipo de gente o quizás puedas conocer a alguien que su vida te despierte admiración, agradecimiento, respeto, buenos recuerdos, deseos de homenajear. Atrévete a darte reconocimiento a ti, a esa gente que marcó tu vida de alguna manera. Requerimos de ti, de esas personas. El mundo está ávido de esas historias que hagan la diferencia en el Ser Humano.

Para los interesados en contactar a Existencias, pueden hacerlo a los siguientes datos del titular del Programa, el escritor Carlos Alberto Ramírez Delgadillo.

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